La magia del otoño

     Para quitarle las telarañas al blog volvemos con las rutas que más nos gustan del pirineo navarro. Eso sí, esta vez vamos sobre ruedas. 

     Dada la orografía que nos rodea hay que tener en cuenta que la pendiente en más de un momento va a ser un incordio o un placer para según quién. 

VUELTA AL EMBALSE DE IRABIA

      Empezamos la ruta. Casco colocado, bicis a punto y ya podemos empezar a sudar. Lo primero que nos encontramos es la pared de la presa del embalse, toda una joya para los amantes de la ingeniería hidráulica. Las mañanas frescas de otoño suelen regalar preciosas instantáneas en ese punto ya que la niebla se va despajando para dejar paso a un soleado día. Sin duda una parada (nada más empezar) bien bonita. Con las retinas cargadas nos disponemos a hacer la parte probablemente más dura de todo el recorrido.

       Al coger el sendero balizado 7 (o 7A) tendremos unos metros que son duros. Seguimos avanzando y el bosque nos regala su frescura. Hemos entrado en calor de forma brusca pero eso hace que el resto el trayecto parezca un paseo. 

       No hay pérdida en el resto de la ruta ya que siempre continuamos por un sendero bien señalizado o por pista ancha. Eso sí, hay momentos en los que merece la pena bajarse de la bici para disfrutar del paisaje. Concretamente las dos fotos que añadimos a esta entrada del blog son una pequeña muestra. La del pantano podréis ver varias posibilidades para acercaros a la orilla y fotografiar el reflejo de los árboles sobre el agua. La otra es nuestra parte favorita del camino. Grandes abetos de escoltan el camino. 

       Ruta: 20 km

    Tiempo: 1h 40 min. (Parando bastante, así que si eres un pro no hagas mucho caso de esta cifra). 

       Desnivel positivo: 369 m. 

En este enlace tenéis la ruta empezando desde Casas de Irati.