Cañada... la caña!!
Los días de invierno que hace frío pero sale el sol una se abriga y se pones las botas dispuesta a disfrutarlo todo y más. Y es que no es para menos. El Pirineo tiene rincones preciosos para descubrir en cualquier época del año.
Esta vez os enseñaremos uno de los paseos que más nos gusta. Se trata de algo sencillo (no más de dos horas) que no requiere el uso de coche y que además lo pueden hacer niños. Es un paseo que une las dos Abaurreas (Abaurrepea o Abaurrea Baja y Abaurregaina o Abaurrea Alta) y nos llevará a uno de los miradores más espectaculares del Valle de Aezkoa.
Comenzamos desde el pueblo de Abaurrea Baja y como podréis imaginar, está a menos altitud, unos doscientos metros más bajo que Abaurrea Alta. Debemos tener de referencia el crucero (una especie de cono) que está cerca del cruce con la carretera que deberemos atravesar para tomar el sendero de inicio. Nada más cruzarla, a escasos 40 metros veremos que hay un sendero que asciende y tiene las marcas de sendero local en el suelo. Seguiremos por ahí durante una media hora rodeados de vegetación (pinos, bojes, robles, avellanos, sauces...). Al llevar al pueblo de Abaurrea Alta veremos que un cartel nos indica el sendero SL-NA 51-B (San Miguel). Subiremos un pequeña cuesta que nos lleva de nuevo al inicio de este sendero y volvemos a envolvernos en la majestuosa vegetación, en este caso en un gran bojedal. A un kilómetro encontraremos las ruinas de la Ermita de San Miguel, un templo que fue derruido para dar construcción a la casa parroquial del pueblo. Además de poder admirar las ruinas que se mantienen podrás disfrutar de las vistas a los pirineos, siempre una delicia para los sentidos. Continuando el camino se puede ver otro punto para observar los pirineos esta vez con un panel explicativo de las distintas cumbres. Antes de llegar al final del trayecto verás una cueva que guardará sin duda historias pasadas... y finalmente la esperada vista, el final del trayecto que termina con una majestuosa visión del valle de Aezkoa, el mirador de San Miguel. Sin duda no te dejará indiferente. Te recomiendo que te tomes tu tiempo, que cuando estés preparado cierres los ojos y abras los oídos y el corazón porque...“No basta examinar; hay que contemplar: impregnemos de emoción y simpatía las cosas observadas; hagámoslas nuestras, tanto por el corazón como por la inteligencia.” Santiago Ramón y Cajal
P.D. En las imágenes hemos intentado recoger todas las partes del camino como referencia para hacer más fácil vuestra visita ;)